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Paraguay. Un refugio para inversores y un trampolín para exportar

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saltodelguairaaldia.com Portal de Noticias de Salto del Guairá

Los regímenes impositivos y el de maquila, además de costos laborales altamente competitivos, hacen del país vecino una atractiva opción para los empresarios argentinos.

Paraguay tiene la población más joven de la región: el 66% es menor a 35 años; casi la mitad se concentra en la capital, Asunción

En medio de la ola de inestabilidad que afecta a América del Sur, Paraguay se ofrece como un refugio para los capitales de la región, sobre todo por sus regímenes impositivos, caracterizados por «el triple 10», como lo resume el abogado Juan Manuel Moratal, de M&B Law Firm: 10% de impuesto a las ganancias empresarias (aunque se adiciona un 20% si se remiten al exterior), 10% a las ganancias personales, y 10% de Impuesto al Valor Agregado.

Pablo Staszewski, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Chaco, comenta que «muchos argentinos están radicando sus empresas en Paraguay por una combinación de ventajas impositivas y seguridad jurídica».

Entre otros incentivos, hay un atractivo régimen de maquila, es decir, importación de bienes semielaborados sin pagar aranceles aduaneros, con la condición de que serán sometidos a procesos manufactureros y luego reexportados. Uno de los principales usos es el ensamblaje en el ramo metal-mecánico, por ejemplo, de motocicletas.

Esta facilidad es aprovechada hasta ahora por 126 empresas que sólo pagan un tributo del 1% sobre el valor agregado localmente. En 2018, la exportación bajo esta modalidad alcanzó los US$500 millones, equivalente a la mitad del total de las exportaciones de manufacturas.

La maquila es una antigua práctica del comercio internacional, que se encuentra con frecuencia en países de bajo costo salarial, pero en Paraguay han innovado sumándole la variante de la «maquila de servicio intangible», que tiene por objeto procesar y reexportar bienes intangibles importados temporalmente por cualquier medio electrónico.

«De esta forma, una compañía argentina que se instale en Paraguay, una empresa que desarrolla software, por ejemplo, puede exportar servicios a cualquier país con el beneficio arancelario del sistema de maquila, 1% de tributos, sin abonar otros impuestos internos», explica Mariano Maltese, titular de la consultora M&M.

En el caso de la industria tradicional, hay más beneficios. «Hay formas de solicitar una devolución del arancel externo para poder tener tasa cero real inmediata, pero hay que trabajar muchos años antes de poder conseguirlo», dice Nahuel Jara, CEO de Jara Group, quien instaló en Encarnación una empresa constructora y una fábrica de premoldeados; «lo más factible es que al comenzar las operaciones comerciales, se llegue a ese momento; para llegar a la tasa cero se tiene que demostrar nuestro paso positivo por el PBI».

A estos esquemas promocionales se agregan el bajo costo de la energía y los salarios, que son muy competitivos. «Téngase presente que el costo laboral es de US$380 promedio de base», dice Maltese; «asimismo, la energía eléctrica es un 70/80% más económica que el resto de la región, ya que las represas que alimentan el sistema eléctrico paraguayo producen en exceso a la demanda».

Por todo esto, en 2017 la revista Global Finance apodó a Paraguay como «la mini China de América del Sur», es decir, un lugar ideal para importar piezas o materias primas, ensamblarlas o transformarlas a bajo costo y exportar el producto terminado a toda la región.

Incluso, hay productos hechos en Paraguay que pueden acceder a la Unión Europea con arancel reducido o nulo, como parte de las concesiones que el bloque otorga unilateralmente en el Sistema Generalizado de Preferencias a los países de desarrollo humano medio y bajo, sin necesidad de esperar a la entrada en vigencia del nuevo tratado comercial.

La economía paraguaya muestra un alza promedio del PBI de 4,8% en los últimos diez años, sostenida casi exclusivamente por el consumo, con una proyección de crecimiento en torno al 3,8% anual hasta 2023, y una inflación que no superó el 5% anual en los últimos seis años.

En los últimos dos años, Paraguay fue el país latinoamericano de mayor crecimiento; en contrapartida, a pesar de todos los incentivos, el 89% de sus exportaciones, igualmente, siguen siendo energía y productos primarios o agroindustriales.

«Las mejoras que viene haciendo Paraguay en el último tiempo son acumulativas y perdurables en el tiempo», dice Nahuel Jara.

Gustavo Behar, director de Novotex, aterrizó por primera vez en Paraguay en 2012 y su primera impresión fue la de un país con muchas falencias en infraestructura, «económicamente no muy ordenado y con una alta informalidad en los procesos de compra».

«Retomé los contactos el año pasado y, para mi sorpresa, encontré un país distinto», dice el empresario, que exporta hilos de alta tenacidad, cintas y cordones. «En 2018 ya vi autopistas, una economía pujante, baja inflación, alto crecimiento y una reducción importante de impuestos que generó inversiones de todo tipo».

Un rasgo distintivo es que tiene la población más joven de la región: 66% de la población es menor a 35 años. Con un total de 6,8 millones de habitantes, duplica a Uruguay, pero la renta per cápita paraguaya es menos de un tercio de la oriental.

Casi la mitad de la población se concentra en Asunción, ciudad ubicada prácticamente a la misma distancia de Buenos Aires que Mendoza.

Para el comercio con Paraguay, esa distancia se transita predominantemente por tierra, en camión, pese a tener la opción de utilizar la Hidrovía.

«El servicio fluvial a Asunción no es de los mejores, las salidas son semanales, solían modificarse sujeto a las operaciones, pero ahora hay regularidad porque se está usando más», explica Darío Mores, commercial operations manager de Cargo Partner X. «Igualmente se quedan sin espacio rápido porque las barcazas no son tan grandes y la oferta es limitada, o sea que convendría reservar con 15 días de anticipación; siempre hay que contratar contenedores completos y el viaje hasta Asunción lleva alrededor de nueve días».

Por los tiempos y la flexibilidad, por el momento las otras opciones -el camión o el avión- resultan más eficientes, sobre todo para cargas chicas.

«Ingresar al mercado paraguayo parece muy fácil, ya que acepta de buen agrado los productos argentinos, sobre todo los de consumo, al punto que en algunos rubros casi el 70% de los productos son de nuestro país», dice Pablo Staszewski, «pero cada argentino que venga tendrá que sumar millas para que lo conozcan y confíen, porque el empresario local siempre va a ser muy respetuoso, pero para que le abran las puertas de verdad hay que dedicarle tiempo, y el sentimiento hacia la Argentina, aunque pueda sorprender, todavía está marcado por el enojo que produjo la guerra de la Triple Alianza».

El abogado Gabriel Boero, socio de M&B Law Firm, estudio jurídico de Asunción, agrega que «el empresario paraguayo es reacio a decir que no, y se muestra siempre muy positivo, pero para que se concrete un negocio hay que venir cuatro o cinco veces».

«Si la marca argentina es conocida, va a ser mucho más rápido, pero sino habrá que ganarse la confianza, y eso no es fácil ni inmediato».

A juicio de Moratal, de M&B Law Firm, «el mayor punto en contra son los tiempos», pero para Staszewski, quien también viajó por actividades de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA), «hay burocracia, pero menos que en la Argentina».

«Es algo que necesitan mejorar», dice Nahuel Jara en base a su experiencia estableciendo la firma Premoldeados del Paraguay, «sobre todo en los cuellos de botella, porque en 9 de cada 10 trámites las gestiones son muy rápidas, pero una lleva más tiempo del considerado», aunque igualmente señala que los plazos son razonables; «la ley en Paraguay tiene mucha exigencia y la hacen cumplir a rajatabla, sobre todo en lo que tiene vinculación a la ley de anticorrupción y la ley de justificación de movimientos».

Boero, argentino radicado en Asunción y representante de CAME en Paraguay, dice que culturalmente no hay diferencias relevantes, pero el clima, que es muy tropical, incide en los hábitos del consumo. «La mejora de ingresos resultante de la estabilidad económica y la migración de argentinos y brasileños que van a trabajar -7 de cada 10 fábricas abiertas en los últimos cinco años son de capital brasileño- genera un reperfilamiento del consumo. Por ejemplo, empieza a tomarse más vino y menos cerveza».

«El gusto es muy estadounidense, pero el consumidor paraguayo de clase alta elige marcas del primer mundo», agrega Boero. «Igualmente, las marcas argentinas son muy bien recibidas y los shoppings están llenos de franquicias de nuestro país; pero cuidado, en los supermercados se ven productos argentinos y brasileños como también del resto del mundo, porque Paraguay es muy abierto, así que por más que Argentina tenga buena reputación, en la competencia a veces la superan por precio».

Boero y Moratal coinciden en que los empresarios argentinos no deben ir «sólo a vender», sino con la mente abierta para escuchar propuestas comerciales, y destacan que hay buenas condiciones para la complementación industrial.

Es el caso de Novotex, que provee a fábricas de colchones; «hacemos valer nuestra calidad, la cercanía que nos asegura poder entregar el pedido en 15 días y nuestra flexibilidad para poder entregar cantidades reducidas de nuestros productos, mientras que nuestra competencia de China demora 90 días, exige pago anticipado, y mínimo un contenedor completo», explica Gustavo Behar.

«Hay fabricación local, mecanizado de piezas, etcétera», dice Boero, «pero en producto terminado, sobre todo máquinas, herramientas y servicios, hay oportunidades».

Moratal señala como ejemplo una oportunidad en inyección para terceros, porque hay pocas matricerías y alta demanda.

En particular, Boero aconseja a las empresas que trabajan con distribuidores estar atentos a la Ley 194, «porque si hay controversia, el juez siempre es favorable al importador».

Entre las oportunidades que ofrece como mercado en sí mismo, y como plataforma para internacionalizarse, Paraguay se presenta ante los empresarios argentinos como una plaza cada vez más atractiva y con muchos beneficios.

Líder regional del transporte acuático

  • Logro. Posee la tercera flota fluvial más grande del mundo, compuesta por casi 4000 barcazas. En comparación, Brasil no llega a 300 y la Argentina reúne un centenar
  • Desarrollo. La inversión en puertos asciende a US$2500 millones, mientras que las empresas navieras invirtieron US$5000 millones», dice Ignacio Bruera, economista de Big Data
  • Servicios al Mercosur. Bajo bandera paraguaya se mueve más del 90% de la carga intrazona, es decir, la carga que entra y sale a Paraguay, Bolivia, Argentina, Brasil y Uruguay, con un tráfico que supera los 30 millones de toneladas anuales. La carga incluye todo el combustible que utiliza Bolivia, el mineral de hierro que exporta el Mato Grosso, entre muchas otras mercancías
  • Mercado. El negocio de US$800 millones de la exportación de servicios de fletes fluviales se reparte entre 46 empresas internacionales y siete empresas paraguayas con 5000 trabajadores en total

Por: Alejandro Vicchi LANACION.COM.AR

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