Agencia IP.- A dos meses de la segunda edición de los Juegos Panamericanos Junior ASU2025, Paraguay se encuentra en una cuenta regresiva cargada de entusiasmo y meticulosa planificación. Nuestro país se proyecta como futuro hub deportivo de América Latina.
Este evento multideportivo, el más importante del continente para jóvenes atletas y clasificatorio para Lima 2027, representa una oportunidad histórica para que el país se consolide como un actor clave en el escenario deportivo continental.
La directora general adjunta de ASU2025, Larissa Schaerer, concedió una entrevista exclusiva a “Inside The Games”, sitio web de noticias deportivas enfocadas a los Juegos Olímpicos, Paralímpicos y los Juegos de la Commonwealth.
Desde su oficina en Asunción, Schaerer, extenista profesional y figura central del equipo organizador, compartió su visión sobre el impacto, los desafíos y el legado de estos Juegos. No solo abordó la logística y la infraestructura, sino también el valor simbólico de albergar un evento de este calibre, que marca un hito en la historia deportiva del país.
Fortalezas claras
«Una de las primeras lecciones que aprendes como atleta es que, para ganar, debes aprovechar tus fortalezas y ser honesto sobre lo que necesitas mejorar», reflexionó Schaerer. «Paraguay tiene claras fortalezas: estamos unidos, bien organizados y comprometidos de arriba a abajo. Al mismo tiempo, estamos reduciendo la burocracia y mejorando la eficiencia».
Este enfoque pragmático se ha traducido en decisiones concretas, como el decreto presidencial que declara a ASU2025 «Evento de Importancia Internacional», facilitando la entrada y el funcionamiento de las delegaciones”.
«Estas son señales claras de que Paraguay se toma en serio su objetivo de convertirse en una potencia regional en la organización de grandes eventos», afirmó Schaerer.
La creciente presencia de Paraguay en el calendario internacional es innegable. Tras ASU2025, el país albergará el Campeonato Mundial de Skateboarding en 2026, el Campeonato Mundial de Taekwon-Do ITF en 2027, el Rally WRC Paraguay y uno de los partidos de la Copa Mundial de la FIFA 2030. Además, se ha consolidado como un destino en el circuito profesional de pádel, siendo sede de un evento Premier Pádel en 2025.
«Es el resultado de la visión, la inversión estratégica y la confianza. Si bien somos un país pequeño en términos de población, somos jóvenes, dinámicos y capaces de ofrecer excelencia. Existe un claro compromiso nacional, desde el gobierno hasta las federaciones, de utilizar el deporte como herramienta de desarrollo, orgullo y proyección internacional», sentenció Schaerer.
ASU2025 no solo forma parte de este camino, sino que es su núcleo. «Queremos transmitirle al continente que Paraguay está listo. Estamos listos para albergar, liderar y ser un socio activo y creíble en el futuro deportivo de las Américas. No se trata solo de competir, se trata de construir identidad. Queremos que ASU2025 sea recordado como los Juegos de la inclusión, la energía y la unidad».
La unidad también se manifiesta internamente. «Trabajamos en total sintonía con el Comité Olímpico Paraguayo», explicó Schaerer. «Camilo Pérez, como presidente de la COP y miembro del COI, aporta experiencia e influencia internacional. Somos un solo equipo con una visión clara: dejar un legado duradero y demostrar nuestra capacidad para competir con los mejores».
Este legado abarca infraestructura, gestión y desarrollo social. Los Juegos se celebrarán en dos importantes parques deportivos de más de 100 hectáreas dedicados al deporte de alto rendimiento. Las instalaciones incluyen una pista de atletismo, un velódromo, campos de fútbol, un skatepark, un polideportivo, un estadio de hockey, un campo de golf, una pista de BMX, un campo de tiro, una pista de patinaje, un estadio de rugby y el nuevo Centro Acuático Olímpico. «Estoy especialmente entusiasmado con el Centro Acuático y la Villa Olímpica. Dejarán un legado tangible y fortalecerán nuestra candidatura para los Juegos Panamericanos de 2031», destacó Schaerer.
En cuanto a los plazos, la directora fue clara: «Estamos cumpliendo con el cronograma. La infraestructura se gestiona con disciplina, transparencia y enfoque. Sabemos que el tiempo es crucial, por eso cada decisión se toma con precisión».
Más allá del aspecto deportivo, las cifras reflejan la magnitud del evento. Se espera que ASU2025 atraiga a más de 500.000 espectadores, 3.000 voluntarios y 1.000 medios de comunicación acreditados, además de proporcionar 216 plazas de clasificación para Lima 2027. La cobertura será completa, con más de 1.000 horas de transmisión en vivo a través del Panam Sports Channel y nueve transmisiones activas durante toda la competencia. «Como vimos en Cali 2021 y Santiago 2023, será una verdadera celebración continental con alcance global y un altísimo nivel técnico».
Una propuesta en estudio que añadiría un toque distintivo e inolvidable a la inauguración de los Juegos es celebrar la ceremonia inaugural en las Misiones Jesuíticas de Trinidad, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. «Sería un símbolo poderoso que conectaría nuestro patrimonio cultural con la energía del presente», comentó Schaerer, refiriéndose al complejo histórico que formó parte de las misiones jesuíticas guaraníes entre los siglos XVII y XVIII. De confirmarse, esta elección brindaría una oportunidad excepcional para proyectar al mundo la historia de contraste, resiliencia y fusión cultural desde el corazón de Sudamérica.
En 2025, Panam Sports seleccionará la ciudad sede de los Juegos Panamericanos de 2031, donde Paraguay compite contra la candidatura de Río-Niterói. «ASU2025 es una demostración fehaciente de nuestra capacidad, compromiso y credibilidad. Pero más allá de eso, es una oportunidad para hacer historia al traer los Juegos a un país que nunca los ha albergado. Enviaría un mensaje contundente de que las Américas se están expandiendo y que se están compartiendo oportunidades».
Mientras tanto, el país también avanza con su candidatura para albergar los Juegos Olímpicos de la Juventud 2030, consolidando aún más su ambición de convertirse en un referente regional en la organización de grandes eventos multideportivos.
«Nuestra relación con Panam Sports será crucial. Mantenemos una relación constructiva basada en la confianza. El presidente Neven Ilic y su equipo entienden que este no es un proyecto
improvisado. Forma parte de una estrategia nacional a largo plazo con una planificación clara y respaldo institucional», aseguró Schaerer.
Liderar un evento de esta envergadura conlleva sus desafíos. «Todo es un reto: logística, plazos, presupuestos, todas las partes interesadas… pero lo más complejo, sin duda, es lograr la alineación. Asegurar que todos los componentes locales e internacionales se mantengan coordinados. Esto requiere claridad de propósito, comunicación constante y mucha colaboración. ¡Todo eso, y a menudo todo a la vez!». Sin embargo, Schaerer valora su entorno: «Afortunadamente, hay un fuerte espíritu de equipo en todos los niveles, y eso marca la diferencia».
Desde su puesto, Schaerer también envía un mensaje inspirador a otras mujeres del continente: «Es una responsabilidad que me tomo muy en serio. La representación importa. Si mi presencia ayuda a que más mujeres accedan a puestos de liderazgo en el deporte, entonces vale la pena. Aún queda mucho camino por recorrer, pero estamos viendo avances. Por ejemplo, la elección de Kirsty Coventry como presidenta del COI nos inspira a seguir adelante».
La conversación concluyó con un debate sobre el legado de ASU2025. «Queremos que estos Juegos impulsen algo más grande: instalaciones bien mantenidas, programas deportivos locales fortalecidos, nuevas leyes y un comité organizador permanente. Queremos dejar como legado infraestructura, capacidad organizativa, impulso colectivo y un sentido de propósito. Creemos que más deporte significa más oportunidades sociales, culturales y económicas. ASU2025 es una chispa. Es nuestro deber mantenerla encendida mucho después del podio final».
La próxima ley del deporte y la creación de un comité organizador permanente forman parte de la arquitectura institucional que Paraguay busca fortalecer. El objetivo no es solo organizar un evento exitoso, sino también sentar las bases para los desafíos futuros.
Paraguay no solo se prepara para ser sede de los Juegos; se prepara para demostrar su capacidad. Con cada sede terminada, cada voluntario capacitado y cada decisión estratégica, busca construir algo más que un simple evento deportivo. Envía un mensaje al continente: que el Sur también puede liderar; que los jóvenes merecen plataformas de talla mundial; y que, con convicción, se puede lograr un impacto real. ASU2025 no solo aspira a ser un evento. Aspira a ser un punto de inflexión y una plataforma de lanzamiento para desafíos aún mayores.